La semana pasada me terminé el libro “El sabor de las pepitas de manzana”. La verdad es que tenía una alta expectativa respecto a él. La portada, el resumen del argumento… Todo ello me llamaba bastante la atención cada vez que lo veía en las tiendas.
Además, parece ser que este libro de Katharina Hagena está siendo un gran bestseller permaneciendo en
durante semanas en las listas de los libros más vendidos en Alemania y Francia,
así que deduje que estaría bien.
El libro se nos resume así:
Tras la muerte de Bertha, sus tres hijas –Inga, Harriet y Christa– y su
nieta Iris, se reencuentran para leer su testamento. Para sorpresa de todas,
Iris es la heredera única de la casa y debe decidir en pocos días qué hacer con
ella. Como primer paso, comienza por poner orden en las pertenencias de su
abuela.
A medida que va redescubriendo las habitaciones y los rincones del
maravilloso jardín que rodea a la casa, Iris reconstruye la historia, tierna y
amarga como el sabor de las pepitas de manzana, de tres generaciones de
mujeres: su abuela Bertha, que perdió la memoria tras caerse del manzano del
jardín; su madre Christa, quien se trasladó al sur del país cuando se casó,
manteniéndose alejada de su familia; su tía Inga, la más bella de las tres
hermanas, fotógrafa de profesión, que se ha recorrido el mundo, y Harriet, la
menor, a quien la muerte de una hija cambió para siempre. Iris descubre
secretos familiares y busca respuestas a los enigmas de su pasado. ¿Quiénes fueron los grandes amores de sus tías? ¿Qué secreto guardaba su excéntrica abuela? ¿Y qué ocurrió realmente en la noche del accidente de su prima?
Fuente: www.maeva.es
Al leerlo, piensas que va a ser una gran historia familiar
con algún entresijo interesante escondido entre los personajes pero, en mi
opinión, para nada es así.
En primer lugar, he tenido una gran dificultad para seguir
leyendo. Por mucho que intentaba seguir, no me enganchaba. Tengo que decir que
el hecho de que se describa tanto la casa que recibe Iris como herencia, hace
que la lectura se me hiciera aburrida. No me gustan los libros en los que se
describe hasta el último grano de arroz que encontramos en la cocina de uno.
No fue hasta muy avanzado el libro cuando empezó a
engancharme, por decirlo de alguna forma, porque no es que mi ilusión por
continuar la historia fuese muy grande.
Cuando me parecía que se iba incrementando mi interés, los
“misterios” se empezaban a resolver pero, o yo estaba tan poco motivada que no
le encontré el jugo, o es que en realidad no tenía gracia alguna: la muerte de
Rosmarie, su relación con Mira o la historia familiar de tía Inga.
Son tres acontecimientos que te hacen continuar la lectura
pero que al terminar el libro, te das cuenta de que nada ha quedado claro.
Sentí que era una historia incompleta. Despierta curiosidad, pero no saca la
chicha que podría hacer la lectura muchísimo más amena.
Por todo esto, mi decepción ha sido bastante grande y aunque
me encanta recomendar libros, tengo que decir , sintiéndolo mucho, que este
libro no lo recomiendo para nada.
¿Lo habéis leído? ¿Qué opinión tenéis?
No hay comentarios:
Publicar un comentario